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Cómo realizar el cálculo de la cuota de un préstamo hipotecario

Una casa puede ser una de las inversiones más importantes de nuestra vida y, tomar un préstamo hipotecario, una decisión crucial. Por eso, antes de empezar a buscar tu hipoteca, lo primero que debes conocer es cómo va a influir su contratación en tu situación financiera. Como cada caso es diferente, la viabilidad del préstamo se estudia de manera individual. Una manera de hacerlo es realizando el cálculo de la cuota del préstamo hipotecario. ¡Veamos cómo!

Antes de empezar… ¿A qué nos referimos con “cuota de un préstamo hipotecario”?

Cuando tú y el banco decidís fraccionar la devolución del préstamo, estáis haciendo lo que se conoce como una “amortización del préstamo hipotecario”. Es decir, un acuerdo que te permitirá devolver el dinero prestado en cuotas mensuales. 

Estas cuotas están compuestas por:

  1. El capital que se amortiza; es decir, la suma de dinero que has tomado prestado al banco y que tendrás que devolver.
  1. Los intereses; es decir, la remuneración extra que pagas al banco por la concesión del préstamo.

Esta devolución por cuotas —por regla general— se extiende entre 20 y 25 años, pero siempre dependerá del capital a amortizar y del porcentaje de interés que hayas acordado con el banco.

Ahora que sé lo que es una cuota, ¿cómo calculo la cuota de mi préstamo hipotecario?

Existe más de un método a seguir para amortizar un préstamo hipotecario y, aunque el más utilizado en nuestro país es el francés, ¡te los explicamos todos!

  1. Método de amortización alemán.

Con este método, el pago principal de cada cuota se mantiene constante y los intereses van disminuyendo. Es decir, el pago de las primeras cuotas requiere un esfuerzo económico mayor y, a medida que se va saldando la deuda, se reduce. Esto se debe a que, cuanto menor es la cantidad de capital a liquidar, también lo serán los intereses. 

  1. Método de amortización americano.

Con este método, lo que se paga mensualmente son únicamente los intereses y, una vez finalizada la vida del préstamo, la totalidad del capital prestado. Aunque parezca tentador, con esta fórmula tendrás dos obligaciones: por un lado, pagar los intereses y, por otro, hacer depósitos regulares para poder hacer frente al saldo del préstamo en el futuro. 

El método de amortización americano es bastante desconocido en España y, aunque algunos ven como una ventaja que la cuenta donde se ingresan los adelantos del pago final genere intereses, también es el método más arriesgado.

  1. Método de amortización francés.

Con el método de amortización francés, la cuota a pagar será siempre la misma, pero los primeros años estarás amortizando mayor cantidad de intereses que de capital y, con el transcurso del tiempo, al contrario. 

Como este es el método más recurrente en España, te lo explicamos con todo lujo de detalles en el siguiente apartado.

Método de amortización francés: el más común en España.

Si estás leyendo este artículo es muy probable que estés familiarizado o hayas escuchado hablar del cuadro de amortización. Pero, si no es así, no hay por qué alarmarse. Un cuadro de amortización no es más que una tabla que muestra todas las cuotas a pagar y qué cantidad de dinero destinar a cada sección.

Si te decidieras por el método francés, tu cuadro de amortización estaría formado por cinco columnas distintas:

  • Primera columna: periodo. Indica en qué mes se debe realizar cada pago. 
  • Segunda columna: intereses. Indica los intereses a pagar en cada periodo y su cálculo se realiza multiplicando el tipo de interés pactado por el capital pendiente de amortizar. 
  • Tercera columna: amortización del capital. Indica cuál es la cantidad pendiente sin incluir los intereses. 
  • Cuarta columna: cuota a pagar. Indica la suma de los intereses y la amortización pendiente. Es decir, la cantidad total a abonar cada mes.
  • Quinta columna: capital del préstamo pendiente de amortizar. Indica la resta entre el capital pendiente a amortizar del mes anterior y la amortización del período actual sin incluir los intereses. 

¿Cómo aplico el método francés a mi hipoteca de tipo variable?

El tipo de interés variable es el más complejo de los tipos de interés existentes y, por eso, su cuadro de amortización se considera “una simulación”. 

Es decir, como depende del euríbor —que fluctúa aumentando o disminuyendo el valor de las cuotas—, los valores a pagar únicamente se pueden estimar, nunca predecir. Los mismos se recalculan cada 6 meses o cada año, en función del banco con el que trabajes, y tendrás que adaptarte a ellos cuando se realiza el recálculo.

¿Cómo aplico el método francés a mi hipoteca de tipo fijo?

Hacer frente a hipotecas con un tipo de interés fijo es mucho más sencillo. El método francés permite fijar el abono de las cuotas mensuales haciéndolas estables durante todo el periodo de amortización. Por eso, el cálculo de las cuotas con un cuadro de amortización será una representación fiel de lo que será tu hipoteca.

En pocas palabras…

Realizar el cálculo de las cuotas de un préstamo hipotecario a las que te enfrentarás al adquirir una vivienda, es un ejercicio primordial a hacer antes de pedir una hipoteca. Calcularlo no tiene mucho secreto, pero sirve para hacer una proyección de lo que te va a suponer de cara a un futuro y cómo vas a hacerle frente. 


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